El inmigrante dos [segunda parte]

Luego de cruzar México en barco, le esperaba un largo trayecto dirigiéndose al sur, tenía que pasar por aguas tormentosas, huracanes, tiburones, cubanos esquivando tiburones, hermosas y tentadoras playas de arenas blancas, pero todo se desvanecía como Nesquik en leche cuando pensaba en que iba a tener su propia casa de campo en la Pampa.
Apróximadamente un mes despues, la tripulación, o sea Luis estaba agotada, casi que no tenía esperanzas, pero algo está pasando... Luis está divisando tierra, divisa un obelisco, divisa un negro pidiendo monedas, SI ¡LLEGO A ARGENTINA!



Hasta que no le des Play no sigas leyendo.

Estaciona el barco de una sola maniobra, lo pone del culata en el 42. Le tira una moneda al flaco que cuida los coches cual Johnny Depp en Piratas del Caribe 1, camina como un superado, con su camisa llena de bichos de mar del año 1942 que consiguió en un outlet de guerra en Pearl Harbor.
Entonces está llegando a migraciones, y con un tono de campesino mezclado con italiano sureño le dice al de mesa de entrada:
-Io quiero una parcela di campo, mijo.
-Señor, eso se vende, no se la puedo regalar
-Pero que mi compa me avisó que el presidente Avellaneda está regalando tierras, no me diga que tuve 65 años de viaje al peduzzo.
-Señor, hoy Avellaneda es una calle, y encima es una calle de cuarta jajajJAJAJAJAJajjaJAJAjajaja

De repente toda la repartición pública de Migraciones se empieza a reir. Hasta los mismos inmigrantes bolivianos que se vinieron caminando de La Paz se reían. Luis está solo. Luis está en apuros. Se quedó sin sueño, y sin vida por delante. Su corazón estaba empezando a fallar.


Next Week in SalveTUVIEJA: Los desenredos de Luis, y el final ¿feliz?. Quédense pegados a la pantalla. Chau chicos.